El tracional brindis nupcial.
El brindis es uno de los momentos de mayor transcendencia de una boda. En el brindis, al levantar las copas por los nuevos esposos, se les desea todo lo mejor para esa nueva etapa que comienzan. En muchas ocasiones los novios eligen ese momento para expresar su agradecimiento a los asistentes a la boda.
La persona que lleve a cabo el brindis no debería extenderse demasiado en su discurso; el brindis jamás debería hacerse largo si es que pretendemos mantener la total atención de los asistentes. No hay un momento claramente preestablecido para llevar a cabo el brindis, en muchos casos se suele hacer justo antes de cortar la tarta nupcial, pero no es infrecuente llevarlo a cabo antes de dar comienzo al banquete nupcial, o incluso al finalizar éste, justo antes de que los novios abran el baile. Tampoco hay un texto fijo para el brindis, ni debe ser necesariamente recargado o adornado con grandes florituras verbales, unas breves frases que transmitan nuestros buenos deseos bastarán siempre que se digan desde el corazón. Se debe brindar erguido, con la copa sostenida firmemente en la mano derecha.
Generalmente en el brindis debe iniciarlo el padrino, o alguno de los padres de los novios. El novio también puede realizar su brindis, en primer lugar por la novia, seguidamente mostrando gratitud hacia los invitados. Incluso otros familiares, o amigos próximos, pueden ofrecer un brindis, pero se debería evitar caer en un desfile inacabable de brindis pues perderían todo sentido.
