Elegir el anillo de compromiso
El anillo de compromiso, como tantas otros elementos entorno a la boda, está cargado de simbolismo. A grandes rasgos representa, como su nombre indica, el compromiso matrimonial recientemente adquirido.
La entrega del anillo de compromiso es una tradición que se puede remontar siglos en la historia. Con el paso del tiempo, además de simbolizar el compromiso de matrimonio, el anillo de compromiso ha pasado a representar también amor duradero y la fidelidad entre la pareja. En este sentido incluir un diamante, símbolo por excelencia de la pureza y la eternidad, en el anillo de compromiso es una metáfora de lo mas acertada. El diamante tampoco necesita de ser de gran tamaño, importa más el mensaje que transmite.
Los modelos más clásicos de anillo de compromiso portan un único diamante, el «solitario», mientras que otros algo más recientes pueden lucir varios. La elección del mismo ya es una cuestión muy personal. Lo que si hay que tener en cuenta es que el metal del anillo debería ser blanco si queremos que el diamante destaque con todo su esplendor; oro blanco, plata, platino, son algunas posibilidades.
Los diamantes son las piedras preciosas por excelencia. El tamaño de la piedra, y por tanto su peso (quilates), dada la rareza de los diamantes influirá notablemente en el precio, pero no debe ser el criterio principal a seguir. O por lo menos no el único. La talla que tenga la piedra es fundamental. Existen diferentes tallas para un diamante, siendo el corte «brillante» la más popular. Otras tallas pueden ser: corte esmeralda, oval, en forma de corazón, triangular, marquesa, etc. La claridad es otro aspecto a tener en cuenta; el diamante debería tener la menor cantidad posible de rayas, manchas, fragmentos de carbón incrustados, etc. La mayoría de veces no son visibles a simple vista, pero influyen notablemente en su precio. Para que el diamante se considere perfecto, «flawless», no debe presentar ninguna de estas imperfecciones visto con una lupa de 10 aumentos. El color es otro factor importante; a pesar de que con frecuencia los consideramos totalmente transparentes, es común encontrar tonos amarillentos, café, azulados, rosas, etc. Cuanto mejor refleje la luz, más apreciado será.
